Surgió hace unos meses, de manera espontánea, después de una lectura poética que tuvimos el 14 de febrero, y con el ánimo de canalizar la afición y el gusto por la poesía de los que nos reunimos en aquella ocasión, así como la posibilidad de compartir con otros las creaciones poéticas y literarias de todos aquellos que así lo desearan.

Su nombre es el que del libro de Valle Inclán, porque en él se recogen ideas que quisiéramos plasmar con nuestras actividades:

“…Los caminos de la belleza son místicos caminos por donde nos alejamos de nuestros fines egoístas para trasmigrar en el Alma del Mundo…” (“La lámpara maravillosa”. Valle Inclán).

El día 29 de abril pudimos disfrutar con la poesía y los pensamientos de Rainer Mª Rilke, (1875-1926), poeta de exquisita sensibilidad y de gran profundidad de ideas, quien en su “Diario florentino” dice acerca del arte:

“Sabed, pues, qué es el arte: un camino a la libertad. Todos hemos nacido encadenados. Alguno que otro olvida sus cadenas: las hace dorar o platear. Pero nosotros las queremos romper. No con violencia odiosa y salvaje: queremos que se nos queden pequeñas.”

Y en otro punto del mismo diario refiere:

“Por eso, el camino del artista ha de ser el de superar obstáculo tras obstáculo y construir peldaño a peldaño hasta que, finalmente, pueda asomarse a sí mismo. No exhausto, ni forzado, sobre la punta de los pies; sino calmado y lúcido como a un paisaje. Tras ese regreso a sí mismo, cada acto es un deleite ocioso; su vida es una creación y ya no precisa de las cosas que están fuera. Está distante y el espacio de toda madurez está en él”

Y después de recordar las circunstancias de su vida, y cómo influyeron en él y en su obra el amor, las mujeres, la soledad, su visión del hombre y de su misión en este mundo, pudimos recrearnos con algunas de sus poesías elegidas por los que allí estábamos reunidos…