El placer de contemplar
Joaquín Araújo
Ediciones Carena
102 paginas

“Cuando tus conocimientos no intervienen, como sucede cuando amas, consigues, al fin, comprender algo”.

Hace unos días disfrutamos de la presentación del libro “El placer de contemplar”, por su autor Joaquín Araujo. La obra de Joaquín Araújo es extensa, abrumadora, ha escrito más de cien libros, publicado miles de artículos, ha dirigido ocho enciclopedias, comisario de exposiciones, director y guionista de centenares de documentales. Ha hecho miles de programas de radio y conferencias y fue el primer español premiado con el Global 500 de la ONU.

Joaquín Araújo ha sido un referente para muchos españoles que siendo niños disfrutamos de la serie documental “El Hombre y la Tierra”, donde participó como naturalista asesor, finalizando los últimos ocho capítulos tras la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente.

La influencia de Joaquín Araujo continuó en los años 90, inspirando a multitud de grupos ecologistas que utilizábamos sus libros, como “La muerte silenciosa. España hacia el desastre ecológico”, para conocer el impacto global de unas políticas económicas y medioambientales que estaban causando una degradación vertiginosa de la naturaleza en nuestro país.

A pesar de esa vorágine creadora, Joaquín Araujo se presenta como agricultor, ganadero ecológico, “su pasión es la hospitalidad, la que recibe y la que consigue ofrecer y compartir” y pretende alcanzar la condición de “Fundador de bosques..”, habiendo plantado personalmente 22.000 árboles. Tal es su tarjeta de presentación.

Pero en “El placer de contemplar” no encontramos al científico frío, que mide y que pesa, que anota datos sin sentir, encontramos al poeta, al contemplador de la Naturaleza, al sabio a fuerza de comprender, al que ya ha destilado miles de horas de mirar lo natural, el paisaje que nos sorprende, el cielo estrellado que nos arrebata, la vivacidad que nos estimula. Son cientos de poemas, haikus, reflexiones filosóficas, que nos van a sumergir en la experiencia, en lo vivido por quien siente la necesidad de contemplar.

Perderse el gran espectáculo de los entornos naturales es el primer paso para perderlos del todo”. Nos sumergimos en un mundo artificial a diario, en pantallas que atrapan nuestros sentidos y desviamos nuestra mirada de lo natural, “..todo paisaje no sentido está ya muerto”.

José Morales